Sugerencia para un manejo económico

Un motor bien mantenido te va a permitir ahorrar mucho combustible. Para lograrlo tenés que hacer revisiones rutinarias de mantenimiento siguiendo las especificaciones del manual de tu auto.

Cada kilo adicional puede aumentar el consumo de combustible. Mantené el baúl y el asiento trasero libre de objetos que pueden dar peso al auto.

Tener el auto prendido pero sin movimiento sigue quemando combustible. Como consejo, si tenés que esperar más de 10 minutos, apagá el motor.

Cuanto más largo sea el cambio, más baja será la velocidad del motor. Cambiá siempre a la marcha más larga cuando el moto te lo permita.

Abrir las ventanillas o apilar bultos o bicicletas en el techo puede afectar mucho el consumo del combustible, ya que se aumenta la resistencia al flujo de aire. Manejar a gran velocidad también aumenta la resistencia aerodinámica, haciendo que el auto consuma más combustible.

Por lo general, cualquier adicional que utilice la energía de la batería para funcionar (como el aire acondicionado) hará consumir más combustible. La situación empeora si la batería está en mal estado. Por eso, es importante verificar el correcto funcionamiento de la batería.

Cuando el tráfico te obliga a frenar y arrancar constantemente, aumenta el consumo de combustible. Si viajás al trabajo en auto, evitá la horas pico siempre que puedas.

Sé previsor cuando manejes. Disminuí la velocidad con antelación cuando el semáforo vaya a ponerse en rojo en lugar de frenar bruscamente, o acelerá un poco antes de llegar al pie de una subida empinada. Estos pequeños cambios pueden contribuir a ahorrar combustible.

No todos los combustibles son iguales. Los combustibles de mejor calidad queman con mayor eficacia y se consumen lentamente. Por lo tanto, elegí siempre un combustible de alta calidad.

Unos neumáticos correctamente inflados son más seguros y duran más tiempo. Además, reducen el rozamiento con el asfalto, contribuyendo a ahorrar combustible.